lunes, 9 de noviembre de 2020

Mi contacto con el COVID - III - Positivo!. El bicho en mi.

Madrugada de viernes a sábado. Llevamos dos noches durmiendo mi hijo y yo en la misma cama y mi mujer en la habitación de mi hijo. No puedo dormir. Me duele todo el cuerpo me levanto medio mareado y tengo fiebre a 39º. Pastilla y a la cama... por ahora.

Por la mañana la fiebre ha bajado un poco, pero no mucho, llamamos al CAP y me invitan a ir a repetir la prueba, así que allí vamos, llego como puedo, no toco nada (punta del paraguas para llamar al ascensor), me repiten la prueba y a los pocos minutos ya salta el positivo!

Ahora falta saber si mi hijo es también positivo asintomático o no, así que toca ir a buscarlo y que le repitan la prueba a él. Por "suerte" también da positivo, así que nos confinamos todo el piso. Mi mujer puede salir de su clausura; cada vez se encuentra mejor y ahora estaba como un león enjaulado. 

Yo estoy que me cuesta mantenerme en pie. Me duele todo el cuerpo y me pide cama. Me pongo a dormir y mi mujer repasa el piso y recoloca los muebles y las cosas a su sitio.

Durante los siguientes días los síntomas son los siguientes:
- El domingo, en el momento de cocinar, al picar un poco, nada de gusto. Por que veo lo que como, si no podría ser cualquier cosa. Ya no tengo olfato por mi rinitis, pero mi mujer tiene un muy buen olfato que, por ahora, lo ha perdido. 
- Usamos el oxímetro con frecuencia. Me doy cuenta que si estoy reclinado tengo un inicio de disnea de decubito. Al incorporarme, en unos segundos saturación al 98-99%, por lo que es algo controlado que toca ir vigilando.
- Febrícula constante, con sensación de malestar que se va controlando con paracetamol cada 8 horas.
- El dolor del sábado pasa a ser molestia, como agujetas fuertes que va atenuándose poco a poco.
- Tos persistente. Tos seca que ataques puntuales. Molesta. Una razón para hidratarse continuamente.
- Pérdida de apetito. No tengo sensación de hambre. Me obligo a comer para tener fuerzas.
- Afectación en el pensar. Mi mujer y yo notamos que hay cosas que antes captábamos a la primera ahora tardamos más; tenemos la cabeza medio embotada, como si la cabeza funcionara a medio gas o algo la frenara
- ....

Ahora a ir controlando el bicho y que la cosa no empeore.

Hemos tenido la suerte que al activar el grupo de la escalera la gente se ha volcado en nosotros. Nos están ayudando a sacar el perro y las basuras. Mantenemos las máximas medidas de seguridad pero nos están ayudando de forma que sería algo imposible hacerlo estando solos. Para que alguien diga que la comunidad no es importante...

Mi contacto con el COVID - II - Primeros avisos. El bicho en casa.

En referencia a la anterior entrada, los preparativos, vamos viendo como los avisos hay que tenerlos en cuenta...

La alarma saltó cuando un niño de la clase de mi hijo dio positivo, pero os padres lo habían aislado y llevaba días sin ir a clase, como se tardó en tener los resultados, en caso de confinar la clase, se debían confinar un solo día, y así se hizo, pero sin pruebas PCR a los otros niños, por el tiempo que había pasado entre el positivo confirmado y la confirmación del mismo; si había infectados ya deberían haber salido.

Estuve el lunes en casa, con el niño, yo teletrabajando y guiándolo en las clases. Por la tarde me llama mi mujer, su clase confinada por que un niño del grupo burbuja ha dado positivo y el martes empiezan todos desde casa. Allí saltaron mis alarmas. dos "roces" con el virus no es bueno, no hay que relajarse y menos en esas situaciones, así que aproveché y fui a comprar, a rellenar despensa. Me olía que ahora iba en serio y que ya no teníamos tiempo de reacción; que el momento crítico había llegado y tocaba ponerse a prueba. Ante todo, calma.

El martes el niño va al colegio, él está bien, nadie con síntomas. Mi mujer desde casa con sus niños, yo desde mi ordenador seguía teletrabajando y el niño en el colegio. Por la tarde la mujer se está quejando de dolor de espalda y dolo de cabeza así como cuelo seco... algunos de los síntomas, por o que decidimos que el miércoles el niño no vaya al colegio, por si acaso. Avisamos a la maestra y nos pasa deberes que puede ir haciendo. Mi mujer empeora, fiebre y malestar. Llama al CAP y le invitan a hacerse una prueba de antígenos, allí sale positiva. Me llama y empiezo a preparar el piso, ella debe aislarse.

Allí me di cuenta de un tema que no había trabajado mucho, la posibilidad inicial que solamente uno se infectara y es posibilidad de tratamiento interno.

Inicialmente ella estaba en nuestra habitación. Saqué mi ropa y cosas. Esa noche dormí con una cama inflable en el comedor y estuvimos pensando como seguir. el día siguiente nos hacían pruebas a mi hijo y a mi. Si dábamos positivos (yo empezaba con síntomas), nos confinábamos el piso entero, en el caso que alguien fuera negativo, al haber positivo, el que fuera uno solo, se quedaría en la habitación del niño y el resto fuera, con cargo de la casa. Si dábamos negativo, mi mujer se traslada de habitación y yo me quedo con el niño cocinando y manteniendo la casa; si doy negativo y el niño positivo, me encierro yo, salgo con mascarilla para bajar al perro e ir al lavabo y poco más, siempre y cuando los síntomas sean leves en mi mujer.


Con ello, después de la prueba, mi hijo y yo damos negativo. Raro... no me encuentro del todo bien y me ha costado más de lo normal llegar al CAP... pero puede ser un simple resfriado (nota, no...) 

Hasta el viernes sobrevivo. Entre trabajar, ayudar al niño con sus clases, hacer la comida, limpiar la casa y bajar al perro, así como responder a llamadas y demás, no doy abasto. Termino agotado, pero bueno... es lo que toca, durante un tiempo. Aún así, hablo con el trabajo para pedirme vacaciones la semana siguiente para poder cuidar a mi familia.

Mi contacto con el COVID - I - Preparativos

Estábamos entrando otoño, la "segunda ola" no era para octubre / noviembre si no que en agosto ya estaba disparada. Mi niño al colegio y mi mujer, maestra, también al colegio, yo a la oficina puntualmente, mi mujer y yo desplazándonos en transporte público. Haciendo números, la posibilidad que uno de los 3 lo pillara era elevada, más de lo deseado, así que me estuve preparando no por si acaso... si no para cuando sucediera, pues seguro que va a suceder, es una metodología de análisis de riesgos con la que trabajo a veces. Además, si uno lo pillaba, por las interacciones de casa, lo normal y previsible era que infectara al resto antes de darnos cuenta de ello.

Analicé lo que tenía y miré lo que me faltaba. Adquirí un oxímetro relativamente barato en una tienda para usarlo cuando alguien diera positivo. Me equipé de guantes de vinilo, bolsas de basura y botellines de agua, por si acaso y miré de ir a la compra más asiduamente, para evitar llegar con la nevera vacía. Ya tenía tensiómetro, termómetro, pilas de recambio y gel hidroalcohólico, me faltaban algunas mascarillas quirúrgicas a añadir a la lista.


La entrada a casa no ha variado. Nos descalzamos al entrar, limpieza de manos con gel hidroalcohólico primero y luego con agua y jabón, mascarillas fuera. Al perro se le limpian las patas y en el caso que la ropa haya tocado algún sitio posiblemente infectado, lo primero a hacer al llegar a casa es ir a ducharse y cambiarse la ropa. Es un protocolo de limpieza para mantener al bicho fuera y la tranquilidad dentro. 

En la escalera, donde la mayoría de gente es de la 3a edad, montamos un grupo de Whatsapp donde los vecinos pueden pedir ayuda para cualquier cosa que necesiten; este grupo lo montó mi mujer en marzo, en la primera semana de confinamiento, al saber que algún vecino estaba solo y tenia movilidad ajustada, fue una idea muy bien recibida y que se mantiene activo.

Periódicamente revisión de caja de guantes, pastillas y demás material fungible.

Como costumbre, vamos tomando infusiones de gengibre y vitaminas que ayudan a las defensas, al ser otoño, con el cambio de clima, tampoco viene de más.

Con todo esto, repito, mi objetivo no era evitar que entrara el bicho en casa, si no estar preparado para cuando entrara...

Ahora, cuando todo estaba preparado, dependía de uno mismo y de la colaboración familiar, que se mantuviera y poder minimizar el impacto. ¿Cuánto tardaría?