lunes, 9 de noviembre de 2020

Mi contacto con el COVID - I - Preparativos

Estábamos entrando otoño, la "segunda ola" no era para octubre / noviembre si no que en agosto ya estaba disparada. Mi niño al colegio y mi mujer, maestra, también al colegio, yo a la oficina puntualmente, mi mujer y yo desplazándonos en transporte público. Haciendo números, la posibilidad que uno de los 3 lo pillara era elevada, más de lo deseado, así que me estuve preparando no por si acaso... si no para cuando sucediera, pues seguro que va a suceder, es una metodología de análisis de riesgos con la que trabajo a veces. Además, si uno lo pillaba, por las interacciones de casa, lo normal y previsible era que infectara al resto antes de darnos cuenta de ello.

Analicé lo que tenía y miré lo que me faltaba. Adquirí un oxímetro relativamente barato en una tienda para usarlo cuando alguien diera positivo. Me equipé de guantes de vinilo, bolsas de basura y botellines de agua, por si acaso y miré de ir a la compra más asiduamente, para evitar llegar con la nevera vacía. Ya tenía tensiómetro, termómetro, pilas de recambio y gel hidroalcohólico, me faltaban algunas mascarillas quirúrgicas a añadir a la lista.


La entrada a casa no ha variado. Nos descalzamos al entrar, limpieza de manos con gel hidroalcohólico primero y luego con agua y jabón, mascarillas fuera. Al perro se le limpian las patas y en el caso que la ropa haya tocado algún sitio posiblemente infectado, lo primero a hacer al llegar a casa es ir a ducharse y cambiarse la ropa. Es un protocolo de limpieza para mantener al bicho fuera y la tranquilidad dentro. 

En la escalera, donde la mayoría de gente es de la 3a edad, montamos un grupo de Whatsapp donde los vecinos pueden pedir ayuda para cualquier cosa que necesiten; este grupo lo montó mi mujer en marzo, en la primera semana de confinamiento, al saber que algún vecino estaba solo y tenia movilidad ajustada, fue una idea muy bien recibida y que se mantiene activo.

Periódicamente revisión de caja de guantes, pastillas y demás material fungible.

Como costumbre, vamos tomando infusiones de gengibre y vitaminas que ayudan a las defensas, al ser otoño, con el cambio de clima, tampoco viene de más.

Con todo esto, repito, mi objetivo no era evitar que entrara el bicho en casa, si no estar preparado para cuando entrara...

Ahora, cuando todo estaba preparado, dependía de uno mismo y de la colaboración familiar, que se mantuviera y poder minimizar el impacto. ¿Cuánto tardaría?

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