lunes, 9 de noviembre de 2020

Mi contacto con el COVID - II - Primeros avisos. El bicho en casa.

En referencia a la anterior entrada, los preparativos, vamos viendo como los avisos hay que tenerlos en cuenta...

La alarma saltó cuando un niño de la clase de mi hijo dio positivo, pero os padres lo habían aislado y llevaba días sin ir a clase, como se tardó en tener los resultados, en caso de confinar la clase, se debían confinar un solo día, y así se hizo, pero sin pruebas PCR a los otros niños, por el tiempo que había pasado entre el positivo confirmado y la confirmación del mismo; si había infectados ya deberían haber salido.

Estuve el lunes en casa, con el niño, yo teletrabajando y guiándolo en las clases. Por la tarde me llama mi mujer, su clase confinada por que un niño del grupo burbuja ha dado positivo y el martes empiezan todos desde casa. Allí saltaron mis alarmas. dos "roces" con el virus no es bueno, no hay que relajarse y menos en esas situaciones, así que aproveché y fui a comprar, a rellenar despensa. Me olía que ahora iba en serio y que ya no teníamos tiempo de reacción; que el momento crítico había llegado y tocaba ponerse a prueba. Ante todo, calma.

El martes el niño va al colegio, él está bien, nadie con síntomas. Mi mujer desde casa con sus niños, yo desde mi ordenador seguía teletrabajando y el niño en el colegio. Por la tarde la mujer se está quejando de dolor de espalda y dolo de cabeza así como cuelo seco... algunos de los síntomas, por o que decidimos que el miércoles el niño no vaya al colegio, por si acaso. Avisamos a la maestra y nos pasa deberes que puede ir haciendo. Mi mujer empeora, fiebre y malestar. Llama al CAP y le invitan a hacerse una prueba de antígenos, allí sale positiva. Me llama y empiezo a preparar el piso, ella debe aislarse.

Allí me di cuenta de un tema que no había trabajado mucho, la posibilidad inicial que solamente uno se infectara y es posibilidad de tratamiento interno.

Inicialmente ella estaba en nuestra habitación. Saqué mi ropa y cosas. Esa noche dormí con una cama inflable en el comedor y estuvimos pensando como seguir. el día siguiente nos hacían pruebas a mi hijo y a mi. Si dábamos positivos (yo empezaba con síntomas), nos confinábamos el piso entero, en el caso que alguien fuera negativo, al haber positivo, el que fuera uno solo, se quedaría en la habitación del niño y el resto fuera, con cargo de la casa. Si dábamos negativo, mi mujer se traslada de habitación y yo me quedo con el niño cocinando y manteniendo la casa; si doy negativo y el niño positivo, me encierro yo, salgo con mascarilla para bajar al perro e ir al lavabo y poco más, siempre y cuando los síntomas sean leves en mi mujer.


Con ello, después de la prueba, mi hijo y yo damos negativo. Raro... no me encuentro del todo bien y me ha costado más de lo normal llegar al CAP... pero puede ser un simple resfriado (nota, no...) 

Hasta el viernes sobrevivo. Entre trabajar, ayudar al niño con sus clases, hacer la comida, limpiar la casa y bajar al perro, así como responder a llamadas y demás, no doy abasto. Termino agotado, pero bueno... es lo que toca, durante un tiempo. Aún así, hablo con el trabajo para pedirme vacaciones la semana siguiente para poder cuidar a mi familia.

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